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La dolorosa foto que muestra el peor rostro de la pandemia en Argentina

Lara Arreguiz murió el viernes 21 de mayo, a las 3 de la mañana, en el Hospital Iturraspe de Santa Fe, víctima de coronavirus y de cierta desidia que trató de enfrentar el mal sin medios.

Lara tenía 22 años, amaba a los animales, vivía sola en Esperanza, a treinta kilómetros de Santa Fe, porque allí estudiaba en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Litoral.

Lara tenía diabetes, era insulino dependiente desde los 10 años. Accedió a una cama de hospital porque el virus la venció y porque no quería darse por vencida: se acostó en el piso del hospital, pese al frío, su madre tomó la foto, la imagen sensibilizó algo, o a alguien, y Lara tuvo así su cama que le prometía la salvación imposible.

Era una luchadora. El jueves 13 de mayo volvió del gimnasio, tuvo frío después del baño, frío y tos. Al día siguiente seguía la tos y nació la preocupación, la duda, el presentimiento. Lara llamó a sus padres para que la fueran a buscar. Claudia, su mamá, recurrió a las nebulizaciones, pero Lara se sentía ahogada, incapaz de respirar. Tenía Covid-19. Falleció a las tres de la mañana del viernes, según trascendió por tres paros cardíacos producto del coronavirus.