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Donato de Santis: "Le puse un cuchillo en el cuello a un colega"


Tras una larga trayectoria en la televisión argentina, Donato de Santis se convirtió en uno de los cocineros más queridos por los televidenes. Pero a lo largo de su carrera no todo fue fácil y el chef recordó uno de sus peores momentos en su extensa carrera.

De origen italiano, el experto culinario de 54 años dio sus primeros pasos en la gastronomía en un restaurante de California, Estados Unidos. Como aprendiz tuvo que lidiar con situaciones complejas y muchas de ellas se relacionaron con sus compañeros de trabajo.

"Tuve un incidente en California cuando tenía 20 años. Era un pendejo muy frágil. Entré en una cocina donde casi todos eran mexicanos. Venían de la zona Oeste de Los Ángeles. Yo venía de Italia, todo inmaculado. Había que bancarsela ahí", destacó quien supo ser jurado de "MasterChef Argentina" junto a Germán Martitegui y Christophe Krywonis.

En ese sentido detalló: "Yo era el pupilo del dueño. Llegaba con la receta posta y con todos los premios. Estos estaban ahí hace diez años y cuando entré no me amigué con nadie. Fue bastante difícil empezar ahí".

En diálogo con el periodista Juan Etchegoyen para "Mitre Live", Donato sorprendió al contar que "en la cocina siempre hay roces físicos. Uno desliza con el otro. Se arma una jerga particular". Pero aseguró que durante su paso por el restaurante californiano notaba cómo sus compañeros "se deslizaban en la cocina" y lo "apoyaban provocativamente".

"Y yo digo: 'Piensan que soy gay'. Era una provocación a otro nivel. Cada vez se apoyaban más", manifestó el ex chef del programa de Mirtha Legrand. Al respecto comentó: "En un momento largaron la mano y ahí yo tenía una persona atrás. En la cocina hay cuchillos. Lo agarré de la chaqueta y lo tiré en la mesada. Salió todo volando, obviamente. Yo tenía un cuchillo en la mano y se lo puse en el cuello. Ahí le dije en voz alta ´bueno, esto se termina acá, no me vas a joder más´. El tipo quedó petrificado. Toda la cocina quedó petrificada".

Para desdramatizar su tremenda revelación afirmó que desde ese día se volvió amigo de sus colegas. "No sólo no pasó nunca más nada, sino que fuimos amigos”, resaltó.

"Debo admitir que estuve bastante lúcido. Obviamente no iba a hacer nada. No sé si fue la mejor versión y no hablaba castellano. Ellos hablaban un mexicano bastante cerradito", concluyó.